¿Cuál es la edad ideal para emprender?

Por momentos pareciera que hay una especie de calendario universal donde están marcadas las cosas que debemos hacer y las edades recomendables para hacerlo.

Por César Reyes

La edad es un factor natural, pero sobre todo cultural, que condiciona muchas de nuestras decisiones y expectativas. Por momentos pareciera que hay una especie de calendario universal donde están marcadas las cosas que debemos hacer y las edades recomendables para hacerlo. Las personas creen, por ejemplo, que hay una edad para estudiar, otra para divertirse y experimentar, una más para casarse o independizarse y así sucesivamente. Si uno sobrepasa esos lapsos de tiempo se ve expuesto a críticas o comentarios que tienen como base un prejuicio y una expectativa social, e incluso de género.

Afortunadamente, cuando de emprender se trata, parece no haber, aún, una edad esperada o establecida. Y es que entre emprendedores, están los que empezaron desde muy jóvenes y otros que tuvieron alguna revelación o cambio de percepción en una edad adulta y decidieron dejar muchas de sus seguridades para arriesgarse a emprender.

Por nuestra parte,  creemos que no hay recetas ni garantías sobre nada y que muchas veces las cosas pasan por factores y condiciones mezcladas que escapan a nuestra percepción y que sin embargo nos determinan profundamente. Sin embargo, y de esto estamos muy seguros, consideramos que la infancia y la juventud son etapas importantísimas del desarrollo humano pues es en ellas donde uno forja la personalidad y la actitud frente al mundo.

Por ello, creemos que es a temprana edad cuando se está en el mejor momento para emprender y buscar los medios para cumplir nuestros sueños. A continuación damos algunas buenas razones para creerlo así.

La infancia es una etapa de descubrimiento y espontaneidad. Ser niño significa poder equivocarse, vivir con menos presión y responsabilidades. Esto permite a los niños disfrutar su tiempo y hacer las cosas que verdaderamente les gustan y apasionan, pues cuentan con el apoyo de mamá y papá para experimentar, arriesgar y aprender de los fracasos.

Los niños tiene un margen más amplio de tiempo para fracasar y, por lo mismo, mayor tiempo para asimilar y aprender de los errores.

Emprender en la infancia implica afrontar miedos e inseguridades. Esto ayuda a desarrollar la autoestima  y la autoconfianza, ambas fundamentales para una adultez exitosa y feliz.

Emprender desde pequeños nos ayudaría a comprender que podemos hacer cosas para modificar nuestra realidad. Aprender eso en la infancia nos ayudaría a convertirnos en personas más comprometidas y con una actitud proactiva frente a los problemas y necesidades de nuestro tiempo.

También nos permitirá definir mejor nuestros gustos e intereses para visualizar a qué nos dedicaremos en el futuro y cuán felices seremos haciéndolo. Identificar pasiones, talentos y sueños lo antes posible y trabajar para potenciarlos.

  • Finalmente, como emprender es una actividad que requiere colaboración y habilidades sociales,  hacerlo desde temprana edad permitiría convivir y aprender de personas expertas del ecosistema emprendedor.

Pero…recuerda

Nunca es tarde para empezar a luchar por lo que quieres y vivir de lo que te apasiona.

Si eres niño, ven a Dekids y comprueba que estás en el mejor momento para empezar a emprender.   

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