Los concursos y competencias infantiles son un espacio de aprendizaje para todos las niñas y niños con ganas de explorar sus habilidades y conocimientos. No se trata de competir solamente para ganar un premio o un trofeo, se trata de ganar experiencias que impulsan su desarrollo.
Cuando una(o) pequeña(o) muestra interés por participar en un concurso o es incentivado por sus padres, esto puede representar para ella/él la oportunidad perfecta de retarse a sí mismo y comprender mejor el alcance de sus capacidades, además de explorar áreas a mejorar.
Incluso en la escuela cuando se otorgan reconocimientos a los más destacados en distintas disciplinas, como el arte, el deporte o las matemáticas, es una forma de incentivar a los estudiantes para seguir desarrollándose. La clave está en competir de forma sana y manejar de forma correcta las emociones que esto puede desencadenar.
Y es que competir brinda a los niños la posibilidad de ganar o perder, acercándolos al fracaso e invitándolos a poner en práctica su capacidad para tolerar la frustración.
Pero no solo es cuestión de manejar el fracaso, también es importante manejar el éxito y entender que ganar no te hace superior a otros, ganar es el reconocimiento al talento, entrega y esfuerzo puesto durante una competencia.
Así que participar en concursos abre las puertas para que los más pequeños muestren su iniciativa, creatividad, capacidad de comunicar sus ideas, compromiso, trabajo en equipo. liderazgo pero sobre todo abre las puertas al autoconocimiento y a descubrir una mejor de sí mismos.
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