Cuando alguien piensa en el nombre “Steve Jobs” puede evocar un sin fin de palabras: “tecnología”, “apple”, “innovación”, “empresario”… Su nombre es remitente de un una gran cantidad de adjetivos y sustantivos. Ahí es donde radica la clave de su éxito: siempre hambriento, siempre alocado.
Steven Paul Jobs, nació en California en 1995. Empresario dentro del mundo de la tecnología y la industria del entretenimiento, cofundador y presidente ejecutivo de Apple y máximo accionista individual de The Walt Disney Company. Inició su gran legado en su cochera con grandes expectativas, y sobre todo, un gran y profundo amor por lo que hacía.
Dentro de las incontables lecciones que nos dejó este gran personaje, en este blog podemos rescatar 3 de las más importantes aplicadas al emprendimiento:
Anticípate al futuro.
A lo largo de nuestra vida, solemos simplemente aceptar que el mundo es como es y alinearnos. Nos adaptamos a las condiciones contextuales a las que nos enfrentamos, pero Steve Jobs decidió que ese no era el camino para él. Asumió la responsabilidad a la que generalmente las personas renuncian por comodidad y conformismo; asumió la responsabilidad de cambiar el mundo que lo rodeaba, con la premisa de que todo fue creado por hombres no más inteligentes que él.
Tras renunciar a una visión limitada de la vida, cada paso que dió fue una anticipación al futuro. La innovación no fue más que el resultado de ver más allá de lo que lo rodeaba, Steve Jobs se anticipó al futuro renunciando al presente que se le presentaba. Decidió que nada era demasiado loco o imposible.
Sin duda, una lección invaluable para emprendedores.
¡Anticípate al futuro atreviéndote a cambiar el presente!
No temas al fracaso.
En innumerables ocasiones este gran empresario declaró que ninguna voz debería hacernos tanto ruido como la nuestra, nuestros sueños deben superar en fuerza a la opinión de los demás, y sobre todo, nuestro amor deberá exceder por mucho a nuestros miedos.
Ser diferente conlleva, ineludiblemente, una serie de fracasos y el temor se vuelve una constante en el mundo del emprendimiento. Tomar decisiones deriva en consecuencias y muchas veces los resultados no son los deseados. Desde ser rechazado innumerables ocasiones hasta ser despedido de su propia empresa, los tropiezos fueron constantes en el camino de Steve Jobs. Sin embargo, tomó la decisión de no sentirse agobiado por el miedo y simplemente seguir a su corazón.
“Si vives cada día como si fuera el último, algún día tendrás razón”. Ser consciente de que la probabilidad de morir estaba latente cada día de su vida, volvió la tarea de tomar decisiones menos abrumadora.
No existe consecuencia más fatal que la muerte y aún así vivimos cada día como si no pudiera suceder.
¡Atrévete sin miedo! Los resultados llegan cuando el temor se va.
Tú eres tu único rival.
Para Steve Jobs la innovación es aquello que distingue a un verdadero líder de un simple seguidor. Un seguidor es aquel cuya finalidad será “ser mejor” que la competencia, en cambio, un innovador se distingue por poner como parámetro de acción sus propios resultados.
Gran parte del éxito de Steve Jobs fue resultado de crear un estilo y serle fiel. Una difícil labor para muchas empresas debido a los constantes cambios que la adaptación al mundo sugiere. La adaptación dejará de ser una imposición cuando nosotros seamos precursores del cambio.
Al tomar la responsabilidad de cambiar el mundo que nos rodea y perder el temor al fracaso, la innovación es inminente.